El 3 de febrero, cientos de estudiantes de Central no asistieron la escuela en apoyo de Un Día Sin Inmigrantes, una manifestación nacional en la que los inmigrantes y sus aliados faltaron la escuela, no fueron a trabajar, y no hicieron compras.
La asistencia diaria media de Central en enero era 80.48%. El 3 de febrero, la asistencia diaria media era 66.31%.
“Yo participe porque la gente manteniéndose unida es lo importante,” dijo un estudiante cuyos padres le animaron a participar. “Muestra a la gente que si creen que deshacerse de los inmigrantes mejorará este país, se darán cuenta de sus errores por lo malo.”
Miles de inmigrantes indocumentados han sido detenidos o deportados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos como parte del plan del presidente Donald Trump para deportar a millones de inmigrantes indocumentados. Trump también ha firmado una orden ejecutiva eliminando la ciudadanía por nacimiento, ciudadanía estadounidense para los hijos de inmigrantes, aunque esto sea una violación de la decimocuarta enmienda y ha sido bloqueado en el tribunal federal.
Muchos estudiantes recibieron información sobre la protesta a través de las redes sociales. Estas publicaciones mencionaban la importancia de la unidad, una actitud positiva, y una comunidad para personas de color en general. Una publicación leía, “Nosotros tenemos poder en nuestras compras, ellos son nada sin nuestro dinero y labor.”
Algunos maestros alegaron tener nueve de 30 estudiantes, 13 de 24 estudiantes, o nueve de 36 estudiantes. Una tutoría tenía 68 de 113 estudiantes.
“Ha parecido un día tranquilo,” dijo maestra de EL Calyn Schnabel en una entrevista el 3 de febrero.
Maestra de EL Mary Davies dijo que algunos de sus estudiantes que son inmigrantes vinieron a la escuela por que se sentían más seguros ahí que en casa o por que apoyaban la protesta, pero no participaron.
“Aunque sea ciudadano, formar parte del Día Sin Inmigrantes me permite demostrar, con múltiples individuos, que los Estados Unidos depende de los hispanos,” dijo Jimena Muñoz, una estudiante que apoyaba el movimiento, pero atendió la escuela.
“Lo difícil es que queremos ver libertad de expresión, queremos ver protestas, pero muchos de nuestros estudiantes que están en esta población a menudo tienen poca asistencia…” dijo maestro de estudios sociales Ben Boeckman. “Esto es una población a la que estamos tratando de apoyar para asegurarnos que tengan éxito.”
Pero para algunos, demostrar la importancia de su presencia en la sociedad americana y tomar una posición contra la orden ejecutiva de Trump fue priorizado en este día.
“Yo creo que Estados Unidos es un país que se construyó sobre las espaldas de los inmigrantes,” dijo el primer estudiante. “Muchas personas no se dan cuenta de eso—o a lo mejor se dan cuenta, pero no quieren reconocerlo—pero si la gente cree que deportar todos los inmigrantes y separar familias es lo correcto, estoy preocupado por sus morales.”
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